Dos solteronas inglesas, horrorizadas porque un joven se bañaba todos los días, completamente desnudo, en el río bajo sus ventanas, le rogaron al Pastor que influyese con él para que, en lo sucesivo, fuese a bañarse más lejos.
-Supongo- le dijo el joven al pastor, pasados unos cuanto días -que sus feligresas no tendrán ya queja de mí. Ahora me baño siempre a tres millas de su casa-.
-No importa- replicó el pastor. -Todavía le ven a usted, y las pobres están disgustadísimas-,
-Qué??? qué todavía me ven? Imposible....
-Sí señor- insistió el pastor. -Le ven a usted.....con largavista-




(in italiano, prossimamente, su "batudine alegre", El salotin).